Reseña: Twelve Minutes, un gran thriller en medio de la pesadilla del bucle temporal

Twelve Minutes es una de esas joyas que ningún fan del misterio en el cine, tele o videojuegos se debería de perder.
Loretta Chantiri
Solo tienes 12 minutos... | Foto: Annapurna Interactive

Apenas en agosto llegó a Xbox Game Pass Twelve Minutes, un juego independiente de Annapurna Interactive y Luis Antonio que, aunque apareció en la plataforma de forma exclusiva el día de su lanzamiento, como todo juego indie llegó sin promesas ni expectativas, apareció solo para los curiosos que quisieran brindarle una oportunidad a ciegas.

Quizá el elenco de voces sirvió de gancho para atrapar a uno que otro entusiasta del cine, pero fuera de eso, todos los que llegamos a la puerta del departamento donde empieza la aventura (o tortura) de los 12 minutos, nos llevamos la misma sorpresa… y que sorpresa, pues nos adentramos a una muy buen thriller de misterio y detectives inmerso en una de las peores pesadillas de la historia: el bucle temporal.

La Trama

Empecemos hablando un poco sobre la trama de Twelve Minutes, sin llegar a spoilear nada, pues es un juego que al menos yo no me atreveré a arruinarle a nadie. Pero es importante hablar respecto a cómo es que esta se desarrolla.

Para empezar, todo se siente a menos de inicio, como un cortometraje cinematográfico, o quizá una pequeña puesta en escena, pues la historia se desenvuelve en un solo lugar. Un departamento bastante pequeño, aunque con el caminar de la trama, se va haciendo cada vez más amplio, y no respecto a su tamaño, sino a la cantidad de detalles que van surgiendo dentro de él.

El tinte de cine se refuerza con las voces de los personajes interpretadas por Daisy Ridley (Star Wars), James McAvoy y el gran Willem Dafoe, quienes hacen un excelente trabajo, pero además, sus interpretaciones funcionan de manera exquisita no sólo porque resultan familiares, sino porque realmente enriquecen el juego, haciendo que detalles como el apartado gráfico minimalista, no cobren gran relevancia.

Willem Dafoe un vez más es un excelente villano | Foto: Annapurna Interactive

Entrando en breve detalle de la historia, como ya mencioné, todo ocurre en un pequeño departamento, donde lo que parecía una bonita velada con tu esposa después de una arduo día de trabajo, termina por convertirse en una verdadera tragedia cuando un policía llama a la puerta y este entra para atar a tu pareja y matarte a golpes mientras intentas defenderla.

Así es, matarte a golpes, pero ni ese el final de la historia ni tampoco el final de la pesadilla, ese primer suceso es solo la puerta hacia el suspenso, el misterio, la intriga, el infierno, la dimensión desconocida (porque se siente igualita a un capítulo de The Twilight Zone) que representan los cortos 12 minutos que se repiten y se repiten sin cesar, y que por encima de todo no se convierten en tediosos o eternos, sino en una brevedad, en una carrera contra el reloj que determinará tu vida y la de tu esposa.

Un Detective Dentro de Ti

Hasta ahí de la historia, pues es hora de hablar de lo que se necesita para poder resolver el misterio de este juego, y eso es nada más y nada menos que think outside the box” o pensar fuera de la caja, porque créeme cuando te digo que todo cuenta, todo importa, hasta lo más ilógico cobra sentido al darte cuenta que un pequeño departamento es en realidad un enorme mundo por descubrir.

Busca en cada rincón y prueba con cada objeto | Foto: Annapurna Interactive

Como buen detective habrás de fijarte absolutamente en todo, tendrás que interactuar con los objetos incluso los que te parezcan más “irrelevantes”. Si quieres prender y apagar la luz, hazlo, si quieres mover el salero de la mesa de la cocina a la mesa de la sala, adelante, si crees que un cuchillo te servirá para desatornillar algo, dale una oportunidad. En este juego tienes que caer en cuenta que para resolver la historia, debes explorar hasta el último rincón y la última de las posibilidades, así que utiliza, combina, ahora sí que como en el Papalote, “toca, juega y aprende”.

De inicio te sentirás inútil con la cantidad de cosas que hay por hacer, y recorrerás el bucle temporal al menos unas cinco veces antes de que llegues a ese primer gran descubrimiento que al fin te haga progresar, que desempolve tu instinto de detective, que incluso te haga sentir bastante intelectual y que te motive a pintarle dedo al policía para seguir adelante con la resolución del misterio.

El Point and Click es necesario para disfrutar una historia como esta

Pasemos a las partes “técnicas”… El juego como buen puzzle e indie, funciona como un point and click, es decir, todos los movimientos del personaje como trasladarse de un lado a otro, tomar algún artefacto y demás, funcionan con un puntero.

Un point and click hecho y derecho | Foto: Annapurna Interactive

Das click a un objeto, a una habitación, a una persona, seleccionas una acción a realizar como si estuvieras jugando en PC, pues es un género pensado para jugarse con un mouse en la mano; sin embargo, no es una experiencia que sea incómoda en un control de Xbox, de hecho es bastante sutil, manejable y necesaria, pues sin la facilidad y la rapidez del point and click, posiblemente no habría tiempo suficiente para poder resolver y sobrevivir a los 12 minutos.

Es decir, hay una planeación totalmente perfecta y ad hoc en relación al “modo de juego-historia”, porque además, la vista que tendrás en todo momento es completamente cenital, así que la jugabilidad facilita mucho la movilidad del personaje. Además, como todo point and click, cuentas con un inventario con las cosas que recolectes, así que si estás familiarizado con el género, todo eso te resultará bastante útil, cómodo e incluso agradable.

Simple pero con alto detalle

Soy una persona que se fija mucho en los apartados gráficos, pues considero que es un detalle que puede influenciar mucho en mi experiencia de juego. Usualmente busco títulos que me hagan sentir que estoy jugando una película live-action o animada por Pixar, por decirlo de manera exagerada.

Visualmente simple, pero excelente | Foto: Annapurna Interactive

Algo que usualmente no ocurre con los juegos de la gama indie y Twelve Minutes no es la excepción; no obstante, este juego tiene una dirección de arte admirable, pues a pesar de la cámara cenital, y todo el toque sumamente minimalista que tiene el juego, es estéticamente muy bonito, y creo que esa es la palabra “bonito”. Iluminación bastante genial, texturas por doquier, pisos laminados completamente realistas, un diseño de interior totalmente típico y humano que sienta de maravilla al contexto de la historia.

Sumémosle los efectos visuales que se crean en las ventanas por la supuesta lluvia que está cayendo fuera del departamento, la mezcla y efectos de audio son excelentes al igual que la música que acompaña la trama, en fin. Todos estos son aciertos a los que vale la pena echarles un ojo o una oreja.

¿Vale la pena?

Como su nombre lo dice, Twelve Minutes es un juego que se puede pasar en 12 minutos o menos; sin embargo, es imposible pasarlo a la primera, deberás invertirle al menos unas ocho horas para poder llegar a una de las conclusiones posibles, porque sí y ese es mi único spoiler, existe más de un final.

¿Qué tanto puedes lograr en solo 12 minutos? | Foto: Annapurna Interactive

¿Qué cuál es el bueno? El que a ti más te parezca, eso finalmente lo decides tú y solo tú sabrás si te quedas con ese o te aventuras a encontrar todas las posibilidades que te brinda el bucle temporal.

¿Y qué si vale la pena? No es un 10/10, pero por supuesto que sí merece nuestra atención, al menos de mi parte hago la reflexión que este título es una clara muestra de que los juegos indie siempre nos pueden sorprender para bien, y que incluso son una rama de la industria gamer sumamente necesaria.

Pues más allá del misterio, el suspenso o los famosos actores que dan voz a los personajes, Twelve Minutes es un juego que (al igual que otros) lleva a la acción una historia con todos su conjuntos narrativos, así como visuales y decorativos, que posiblemente el cine, la tele o el teatro no podrían lograr con la misma fineza. Es gracias a títulos como este que precisamente los videojuegos se pueden consolidar como un arte.

A ti, ¿qué te pareció Twelve Minutes?

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