Reseña: Psychonauts 2, una maravillosa y reveladora aventura a través del cerebro

Doble Fine regresa por lo más alto con la secuela de Psychonauts, en uno de los juegos más entretenidos y hermosos del año.
Ayax Bellido
Imagen: Double Fine

No juegue el primer título de Psychonauts hace 16 años. Supongo que mi versión de 12 años de edad tenía otro tipo de cosas por hacer en su momento, y en aquel 2005 dejo pasar de largo aquella colorida aventura para la Xbox original. Sin embargo, cuando el juego llego a Xbox Game Pass hace unos meses como parte de los preparativos para el lanzamiento de Psychonauts 2, decidí darle una oportunidad.

Si bien cada uno de los años que han pasado se le notaban tanto en la jugabilidad como en el apartado gráfico, me dejaba la sensación de que era una buena base para desarrollar una secuela más que interesante aprovechando las bondades y capacidades de las consolas de nueva generación.

Y ese fue el caso, pues una vez lanzado Psychonauts 2 nos sumergimos de nueva cuenta en una aventura a través del cerebro protagonizada por Raz y desarrollada por Double Fine, estudio que regresa por lo más alto gracias a una entrega que no solo ha cumplido las expectativas, sino que las ha superado con un juego entretenido que consumes de forma adictiva y que rebosa creatividad en cada uno de sus apartados.

La aventura de Raz continúa

Si bien para nosotros han pasado 16 años entre el primer y segundo Psychonauts, para Razputin y sus amigos solo han pasado un par de días. La historia de esta secuela comienza justo después del final del primer videojuego, por lo que si ya eres un avezado de la franquicia no tendrás ningún tipo de problema para entender el contexto y la narrativa desde el comienzo, y en caso de que seas nuevo dentro de la saga no te preocupes, pues antes de comenzar recibirás un encantador resumen animado que te pondrá al tanto de los personajes y la historia en general.

En ese sentido, Double Fine ha logrado que la experiencia de juego se siente muy fresca y moderna, pero sin perder nunca de vista todo aquello que hizo a su predecesor colocarse como uno de los títulos más especiales de la época. Y es que de entrada nos proporciona toda la información necesaria para que Psychonauts 2 funcione lo suficientemente bien como secuela, pero también lo haga como una historia independiente que aborda temas más personales y profundos sobre la vida de Raz y el resto de los agentes Psychonauts, sin perder de vista todo lo que engloba la Whispering Rock Psychic Summer Camp.

Imagen: Double Fine

En esta ocasión, nuestro héroe Razputin Aquato de 10 años, llega a la sede de la organización de espías psíquicos conocida como Psychonauts, para darse cuenta que pese a sus recientes acciones épicas en realidad no se ha convertido en un agente completo, solo en un pasante.

Por supuesto, al igual que con el primer juego, las emociones escalarán rápidamente a partir de este momento gracias a una excelente historia que, a diferencia de la de su antecesor, en Psychonauts 2 se torna sumamente personal y emotiva. Podemos separar al elenco de personajes en tres grupos: los agentes adultos de los Psychonauts, los miembros adolescentes del programa de pasantes y toda la familia Aquato acampando en los bosques cercanos.

Hablar con cada uno de estos personajes resulta un verdadero agasajo para el jugador, pues cada uno de ellos ha sido dotado de una personalidad única que se expresa en cada uno de sus diálogos y movimientos. Se trata de personajes que rebosan en carisma y relieve. Cuentan con historias tan bien escritas y desarrolladas que terminan generando empatía, en lo que sin duda resulta uno de los puntos más altos del juego, pues la naturaleza de su jugabilidad (del cual hablaremos más adelante) nos permite explorar en los miedos, traumas, alegrías y pensamientos más profundos de cada uno de los protagonistas. Y claro, muchas de ellas nos parecerán en extremo familiares, porque seguramente son sensaciones que también nos han acongojado o impulsado en algún momento de nuestras vidas.

La familia Aquato en particular es un punto culminante de la secuela, pues le otorga a Raz mucha más profundidad como personaje. El hecho de que este último abandonara a su familia para unirse a los Psychonauts es un tema que se aborda solo por encima en el primer videojuego de la saga, por lo que Double Fine apostó por explicar los sentimientos de cada uno de sus familiares, en una decisión que me ha parecido acertada.

Además, debo reconocer que Raz me ha parecido un personaje verdaderamente entrañable. Un pequeño que trata de abrirse camino e una organización fundada por sus más grandes héroes, dotado de una personalidad noble y tímida que se contrapunte con la enorme determinación y seguridad que muestra al momento de afrontar cada desafío como un Psychonaut. Se trata de un personaje que cautiva, aunque el diseño no deje de recordarme a una de las frutas kamikaze que salían hace algunos años en unos comerciales de jugo en México.

Conocer a todos estos personajes y completar pequeñas actividades como montar la carpa de circo familiar es divertido y revelador, y lo mismo puede decirse de casi todos los demás, en particular los agentes adultos y fundadores de Psychonauts, a quienes Raz deberá ayudar en más de una ocasión con sus bloqueos mentales, descubriendo así que sin importar que tan poderoso y popular seas, todos tenemos problemas r cargas emocionales sin resolver ocultos en nuestro interior.

Imagen: Double Fine

Mundo físico y mental

El diseño de niveles y la ambientación de Psychonauts 2 son los dos puntos más altos del juego sin lugar a dudas: el primero hace que e título sea en extremo entretenido y adictivo, y que no desees apagar la consola hasta terminar el nivel en turno, los cuales no destacan por ser en extremo desafiantes, pero si muy divertidos. Mientras que la ambientación permite un grado de inmersión alto, con escenarios llenos de fantasía y texturas coloridas que nos iluminan toda la pantalla.

Todo comienza en la base de los Psychonauts, un búnker de espías de alta tecnología, pero inmediatamente se nos permitirá salir para darle rienda suelta a la exploración en el exterior, donde encontraremos algunos otros edificios de la organización, cuevas ocultas y un campamento cercano lleno de objetos magníficamente estilizados. Esa apertura al aire libre en Psychonauts 2 ofrece una gran sensación de libertad para el jugador pese a que no se trata de un mundo abierto, pues es lo suficientemente amplio como para pasar un buen rato buscando todos los coleccionables, personajes y tareas secundarias que se encuentran regadas alrededor de los escenarios.

Imagen: Double Fine

No obstante, el mundo real es solo la mitad de lo que puedes ver en Psychonauts 2, pues nuestro protagonista tiene la habilidad de explorar los cerebros de las personas, y descubrir los oníricos universos que viven dentro de ellos. Es de hecho aquí donde encontramos la verdadera acción de las plataformas y donde el combate tiene lugar, en cerebros que reflejan la psique de sus dueños y que se han logrado representar de forma muy creativa y consistente en cada uno de sus resquicios.

El equipo de desarrollo de Double Fine se ha lucido al crear un amplio abanico de escenarios mentales que se diferencian uno del otro, pasando de zonas boscosas o pantanosas, interiores de casas con perspectivas distorsionadas, islas desiertas, hospitales, casinos y una base de espías con la más alta tecnología digna de cualquier película de James Bond.

Imagen: Double Fine

El trabajo de un Psychonaut

Psychonauts 2 se mantuvo, al igual que su predecesor, como un plataformas de acción en el cual deberemos combinar los saltos y el sistema de combates, con la deducción e intuición para encontrar la salida a cada uno de los niveles. Respecto al diseño de estos últimos, siguen una estructura básica dentro del género, por lo que no esperes grandes innovaciones en ese sentido, sin embargo, el impresionante etilo artístico de cada uno de ellos, la banda sonora de primer nivel y sobre todo, la diversidad en las mecánicas de juego, hace que cada uno de los niveles se termine por sentir muy fresco y divertido.

Si bien la mayoría de la acción se desarrolla bajo la dinámica del plataformas, el juego también cuenta con algunos otros modos de juego dentro de la historia, evitando de ese modo que la jugabilidad caiga en la monotonía: por ejemplo, en un nivel deberás hacerla de chef cocinando comida antropomórfica en un programa de juegos cronometrado, o entrar a un escenario de temática musical psicodélica en el que estás acompañado por una bola de luz hilarante con la voz de Jack Black, quien resulta ser el vocalista de una banda de rock (excelente fan service para un servidor).

Imagen: Double Fine

Cada uno de los niveles de Psychonauts 2 están vinculados no solo a la psique del personaje anfitrión, sino a la trama en su conjunto. Por lo tanto, pese a que entramos a la cabeza de distintos personajes, no se trata de historias o niveles aislados uno del otro, sino que todos influyen dentro de la narrativa de Raz, que busca evitar a toda costa que un grupo de fanáticos reviva a una antigua villana, y para ello, deberá recurrir a viejas glorias de los Psychonauts.

Vale decir que las mecánicas de plataforma y el combate se han ampliado para ser más profundos que los de su predecesor y aprovechar al máximo las capacidades de las consolas de octava y novena generación. Todas las animaciones de Raz están llenas de mucha personalidad y además el control es bastante receptivos a cada uno de nuestros movimientos: moverse, saltar y atacar generalmente se siente muy fluido, lo que hace que avancemos sin ningún tipo de contratiempo.

Por supuesto, tiene sus pequeños pecados respecto al rendimiento, al menos en su versión de Xbox One que es donde lo he jugado, y esto a veces se traduce como fallas al momento de medir un salto o de tomar alguna barra pendiendo del aire. No es nada como para hacerte irritar o enloquecer, sobre todo porque los puntos de control son muy indulgentes, pero es evidente que falta prolijidad en algunos detalles, sobre todo si lo comparamos con el nivel de otros plataformas de la época como Ratchet and Clank: Rift Apart o el propio Ori and the Will of The Wisps.

Imagen: Double Fine

El combate es otro de los elementos que ayudan a que el juego se sienta dinámico en todo momento, pues se trata de un sistema donde contaremos con un total de 8 habilidades que usaremos en una mezcla de peleas frenéticas y estrategia, dependiendo del tipo de enemigo que se nos presente. Vale mencionar que solo podemos traer equipadas 4 de estas 8 habilidades, por lo que tendremos que irlas intercambiando según la ocasión, entre las que se encuentren un golpe de poder básico, ataque a distancia, telequinesis, conexión mental, levitación o pausar el tiempo durante unos instantes.

Cada una de estas mecánicas se complementa de forma bastante armónica y resultan muy funcionales en el campo de batalla, donde deberemos enfrentar a una Inteligencia Artificial que no destaca por su complejidad, pero en ocasiones si lo hace por la cantidad y variedad de enemigos que pueden surgir, por lo que tendrás que ir intercambiando entre las diferentes skills para salir avante. Los jefes finales también presentaran un desafío mayor, pero nada que te rompa la cabeza. Lo que sí, es que el diseño de cada uno de ellos es muy colorido y creativo, tanto visualmente como en jugabilidad, siguiendo con la línea presentada en el resto de los apartados.

Psychonauts 2 también profundiza la progresión del personaje de formas interesantes. Aumentar el rango de Raz al agarrar ciertos coleccionables proporcionará puntos que puede usar para mejorar sus habilidades de forma permanente, mientras que la moneda Psitanium se puede gastar en pines que funcionan para modificar y personalizar la apariencia de nuestros poderes. Se trata de actualizaciones de rango que ofrecen una personalización bastante simple pero que en general resulta atractiva.

Imagen: Double Fine

Personalmente Psychonauts 2 ha sido una de las grandes sorpresas del año. Se trata de un juego creativo en cada uno de sus apartados capaz de brindarle al jugador una experiencia muy entretenida y emotiva de principio a fin. Las mecánicas clásicas de plataformas, el sistema de combate, el diseño de niveles y la ambientación crean un juego muy completo por parte de Double Fine, que encontró una forma divertida de llevarnos a recorrer los rincones más secretos y alejados de nuestro cerebro, dando una interesante interpretación de como lucen y nos hacen actuar nuestros miedos, temores, dudas o sueños más profundos.

¿Qué te pareció Psychonauts 2 para Xbox, PlayStation y PC?

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