Luego de permanecer inactivo por poco más de siete años Ubisoft y Engine Software decidieron sacar Scott Pilgrim vs. The World: The Game de su retiro para debutar en las, ahora, consolas de “penúltima generación”. Por lo tanto, el peso emocional que conlleva el regreso del videojuego a nuevas consolas está lejos de ser poco, especialmente cuando el videojuego es relanzado con motivo del décimo aniversario de Scott Pilgrim vs. The World. Así que, ¿podrá la historia de Bryan Lee O´ Malley conquistar a sus antiguos seguidores y de paso generar algunos nuevos?
Afortunadamente podemos decir que, tal y como lo vivimos hace algunos años, el juego mantiene su encanto con ayuda de un gameplay simple y bien establecido, gráficos que son un culto a otras franquicias de videojuegos y una musicalización digna de escuchar una y otra vez dentro de cada nivel. Pero si el videojuego es completamente nuevo para ti, mira el siguiente video y sigue leyendo para un análisis más completo de la edición más completa de Scott Pilgrim vs. The World: The Game.
No hace mucho… en la misteriosa ciudad de Toronto, Canadá
La premisa llega fielmente inspirada de la novela gráfica (escrita y dibujada por Ryan Lee O´ Malley) donde se cuentan las aventuras de Scott Pilgrim, un veintiañero canadiense cuyos gélidos días de soltero están a punto de terminar gracias a su nueva relación con Ramona Flowers. Pero como no puede haber romance sin algo de drama, nuestro encantador protagonista debe pelear (literalmente) por el amor de su novia derrotando a la Liga de los Ex Malvados formada por los siete exnovios de Ramona, algo que en la vida real suena bastante complicado (especialmente cuando cada uno de los antagonistas tiene poderes irreales).
Pero la balanza entre héroes y villanos no solo juega en contra del protagonista, ya que para combatir a esta infame liga de frienzoneados, la misma Ramona Flowers y los integrantes de la banda Sex Bob-Omb se unirán a esta contienda que reúne un elenco con mucha personalidad.
Foto: Ubisoft
Como el juego de licencia que es, el éxito de Scott Pilgrim vs. The World: The Game siempre será medido (y comparado) con las otras obras pertenecientes a la misma marca. Sin embargo, esto no hace que la entrega carezca de originalidad o sorpresas. De hecho, tanto Ubisoft como Engine ofrecen este mundo a través de su propio tono y estilo, que a diferencia de las propiedades cinematográficas y literarias, tiene el propósito de complementar el mundo de Bryan Lee O´ Malley con elementos que solo puede mostrar un videojuego.
Llevar “The Game” impreso en el nombre tiene mayor sentido del que aparenta, ya que más allá de presentar una franquicia busca “reconfortarte” por lo que conoces de ella mientras encuentras cientos de referencias durante tu recorrido dentro de su historia.
Foto: Ubisoft
Combos X2… X3… X10… X100
Scott Pilgrim vs. The World: The Game toma su inspiración en los beat´em ups de antaño caracterizados por ofrecer un nivel de dificultad razonablemente alto, en medio de escenarios caóticos a causa de un gran numero de enemigos (y también aliados). Como mencionamos arriba, puedes tomar el rol de cualquiera de los Sex Bob-Omb (Scott Pilgrim, Stephen Stills o Kim Pine), Ramona Flowers, Wallace Wells, la ninja moderna Knives Chau (sincronizando tu usuario con tu cuenta de Ubisoft) y finalmente un personaje secreto que podrás conseguir completando el juego.
Hablando en términos generales, todos los personajes tienen el mismo abanico de movimientos cuando se comienza la historia: golpe débil, golpe fuerte, salto, defensa, ataque especial y un asistente que puedes llamar en cada momento. Lo que hace especial a cada personaje es que a medida que derrotas enemigos, obtienes dinero y compras consumibles, cada uno de tus personajes van aprendiendo nuevas habilidades por separado (algunas de ellas únicas) mientras aumentes sus barras de vida/agallas, y refuerzan sus movimientos más básicos.
Foto: Ubisoft
El desarrollo de estas habilidades ocurre bastante rápido, pero comparado con las habilidades (y evidente superioridad numérica en cada escenario) la dificultad es desafiante desde el primer escenario. Como es normal en este tipo de juegos hay tres niveles de dificultad, si bien el primer nivel (Tío corriente/Average Joe) sirve más para apreciar el diseño de niveles, el segundo nivel (Tipo Duro/Rough & Tough) es el más razonable en cuanto a retos. Claro que si te gusta el dolor y las victorias más exigentes entonces tan solo intenta a pasar el primer nivel con la dificultad más alta (Maestro Supremo/Supreme Master) sin perder una vida.
Ahora, no te dejes llevar por lo que parece un endulzamiento exagerado de una muestra de mecánicas tan simples. Scott Pilgrim vs. The World: The Game no llegó a proponer un gameplay innovador hace 10 años y tampoco lo hizo ahora. Sin embargo, bien dicen que las cosas sencillas llegan a ser las más atractivas, y es dentro de este marco – por más simple que sea – que el título termina cumpliendo las características de un beat´ em up entretenido. De hecho, la esencia de este genero de videojuegos (yo contra todo el barrio) encaja perfectamente con la acción a la que nos tienen acostumbrados la historieta y la película: peleas intensas, interminables y al por mayor.
Foto: Ubisoft
Por otro lado, sería injusto para Ubisoft y Engine Software decir que no hay ningún agregado en la nueva edición. Además de los ya conocidos Dodgeball y Batalla Total, el multijugador recibió dos nuevos modos de juego donde puedes enfrentar a cada exnovio malvado en una carrera tipo Boss Rush, o probar tu supervivencia en un cementerio infestado de interminables hordas de enemigos que le dan un aire de Survival Horror.
Para un jugador amante de llevar las estadísticas de su personaje hasta el tope, el modo zombi podría verse como un buen lugar para grindear puntos de experiencia, que con suficiente habilidad pasará a ser una posibilidad. Cada uno de los personajes tiene su propio sistema de progresión y un final diseñado para contar su “feliz historia”. Así que, aunque el objetivo principal es juntar a Scott y Ramona, el resto de personajes “secundarios” tienen su propio objetivo y fomenta la rejugabilidad del título.
Finalmente como si se tratara de viajar por la autopista subespacial de nuestra mente, Scott Pilgrim vs. The World: The Game goza de una experiencia fluida en cada partida, con tiempos de carga inexistentes y sesiones ininterrumpidas por naturalezas ajenas al título.
Foto: Ubisoft
8-bits de puras referencias
Hace unos párrafos mencionamos que el gameplay es muy básico de entender, las virtudes de Scott Pilgrim vs. The World: The Game muestran su punto más admirable con el “combo” formado por su apartado gráfico y banda sonora. Francamente no hay alguien más adecuado que Paul Robertson (director del juego de 2011 y la película) para entender la identidad gráfica de Bryan Lee O´ Malley y plasmarlo con su estilo de diseño, caracterizado por especializarse en “Pixel Art”.
El resultado es un balance entre escenarios con vividos colores y diseños pixelados de sus personajes que nos hacen recordar que estamos dentro de un videojuego. A esto último podemos incluir el soundtrack compuesto por la banda Chiptune de Anamanaguchi, cuyos sintetizadores amenizan los siete escenarios del juego otorgándole a cada uno su propia identidad.
Foto: Ubisoft
Las referencias a otros títulos saltan apenas eres introducido en el mapa del juego y descubres que la isla de Toronto es muy similar a Yoshi´s Island, incluyendo los puntos resplandecientes para desplazarse entre cada nivel y las tuberías decorativas. Lo bello es que gracias al planteamiento de Scott Pilgrim dentro de los videojuegos y la cultura pop, se muestran referencias de toda clase de gustos y colores.
Por lo que si eres conocedor de películas, cómics o de videojuegos en general, podrás identificar estos guiños a títulos como Super Mario Bros., Megaman, Pac-Man, Sonic, Kirby, The Legend of Zelda, Street Fighter, X-Men, y muchas más. Finalmente no podían faltar las referencias a sus licencias de la película y la serie de novelas gráficas que dan paso al give away que deben provocar todos los videojuegos de licencia: “sé donde ocurrió esto antes”.
Foto: Ubisoft
Encontramos al menos un guiño a cada una de estas licencias y se muestran de manera muy orgánica en las habilidades de personajes, enemigos y a lo largo de los siete escenarios del juego. Es inevitable regresar a cada nivel (en más de una ocasión) y hacer un detour para buscar algunos secretos escondidos en cada nivel y de paso encontrar todas estas perlas que en realidad solo funcionan como un adorno, pero forman parte de la narrativa de Scott Pilgrim y realzan el diseño del juego.
Hablando de diseño, un gran reconocimiento al equipo de desarrollo por traer crear una versión física de Scott Pilgrim vs. The World: The Game, junto con ediciones disponibles para varias plataformas y que incluyen banda sonora, diseño de escenarios, personajes, goodies y referencias a otros videojuegos que pueden percibirse desde la caja del juego.
Foto: Ubisoft
¿Lo intentamos de nuevo?
Scott Pilgrim vs. The World: The Game es una probadita más de este mundo que ahora celebra sus 10 años de existencia trayendo de vuelta su único videojuego, que – siendo sinceros – nunca creímos volver a ver dentro de las nuevas consolas, y al mismo tiempo nos hace pensar en por qué no se había presentado antes siendo tan entrañable. Gracias al décimo aniversario de la película se revive uno de los beat´em ups “retro” más memorables de los últimos años.
Foto: Ubisoft
Por supuesto que puedes conocer la franquicia jugando este título, pero te aseguramos que tu transición por Scott Pilgrim vs. The World: The Game será aún más gratificante cuando conozcas el universo que Ryan Lee O´ Malley plasmó tanto en la novela gráfica como posteriormente en la película, celebrando el romance, dramas juveniles, referencias a la cultura pop y – evidentemente – los videojuegos.
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