Batman: Arkham, una trilogía que revolucionó los videojuegos basados en superhéroes

Celebramos el Batman Day recordando la trilogía de videojuegos Arkham.
Ayax Bellido
El murciélago y su eterno némesis | Foto: BitMe

Batman es uno de esos iconos de talla mundial que poseen la etiqueta de leyenda dentro de la industria del entretenimiento, y esto lo debe gracias a la cantidad de obras maestras en las que el afamado murciélago ha sido protagonista. Las muestras son abundantes y en todos los formatos posibles, como La Broma Asesina del artista y genio Alan Moore, El Caballero Oscuro del director Christopher Nolan, o la trilogía de Arkham City de Rocksteady.

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Y es que Bruce Wayne cuenta con una larga y arraigada trayectoria dentro de la industria de los videojuegos, con casi 50 títulos a través de todos estos años en las diferentes generaciones de consolas, con sus altos y sus bajos. Sin embargo, ninguno de ellos consiguió lo que la saga Arkham de Batman, ya que supuso un verdadero punto de inflexión, un duro golpe sobre la mesa para marcar para siempre la forma en que se desarrollan los juegos basados en superhéroes.

Con esto no intento demeritar a otros grandes títulos de superhéroes, por ejemplo, el Spider-Man de Insomniac es realmente sensacional, y lo que viene con Miles Morales para PS5 tiene una pinta espectacular. Pero, no es lo suficientemente bueno como para eclipsar el Batman de Rocksteady y su trilogía, la cual está a otro nivel en gran parte, gracias a que transmite sensaciones y plasma trasfondos de una forma totalmente revolucionaria.

La reinvención de un icono

La principal clave del éxito en la saga Arkham está en la forma de crear una experiencia que resultará admirable tanto para fanáticos de Batman como para gamers en general. En ese sentido, en cada uno de estos juegos Rocksteady retrató con maestría la profundidad y estructuras narrativas de los mayores autores del cómic del murciélago, y sobre todo, de su eterno némesis. Deconstruyeron cada uno de los personajes, y los ensamblaron en una trilogía de videojuegos que terminó por ser una obra de arte, y además, una experiencia entretenida de principio a fin.

En el verano del 2008, la salas de cines se llenaban para ver la secuela de Batman dirigida por Nolan, y por primera vez desde que el héroe de ciudad Gótica se pusiera en manos de Tim Burton, no habría una adaptación oficial de la obra a los videojuegos. En primera instancia, parecía una oportunidad de oro perdida por Warner Games, sobre todo por la aceptación que la película había tenido en taquilla, sin embargo algo más grande ya se gestaba.

El guardian de Gotham | Foto: Rocksteady

Poco después de estrenarse la película se anunció de forma oficial el desarrollo de Batman: Arkham Asylum, con una recién fundada Rocksteady produciendo un proyecto que tenía al mando a nada más y nada menos que Paul Dini, uno de los máximos responsables del éxito de Batman: La Serie Animada y guionista durante muchos años de Detective Comics. La apuesta era ambiciosa pues la intención de reinventar a Batman y al Joker, un arma de doble filo sin lugar a dudas, pero el tiempo terminaría por darles la razón.

La trama y la ambientación de la trilogía de Batman: Arkham está totalmente inspirada en algunas de las mejores obras publicadas del murciélago, pero también es un prodigio visual y jugable, pues los gráficos y les mecánicas de juego fueron adaptadas de tal forma que simplemente hacían que no quisieras que la aventura llegara a su fin. Rocksteady junto a Dini consiguieron un título oscuro que se paraba justo en la frontera del cómic y el realismo de las películas, y que realmente lució en cada uno de sus apartados.

El sistema de combate dio cátedra a los juegos de acción, los sistemas de investigación e infiltración eran asombrosos y sentaban a la perfección con la naturaleza de los juegos, las ambientaciones y las tramas compartían el mismo peso que la experiencia de juego, pero lo más destacado de la trilogía de Arkham, es la magistral forma en que nos presentó una nueva versión del Guardian de Gotham y el Príncipe Payaso del Mal.

El murciélago nunca pasa de moda | Foto: Rocksteady

Joker vs Batman

Hay un elemento que terminó por coronar el espléndido trabajo realizado por Rocksteady: los talentos de Kevin Conroy y Mark Hamill, las voces oficiales de Batman y Joker respectivamente.

Tanto para Conroy como Hamill se trató de en reencuentro con ellos mismos, mientras que para los fanáticos de Batman escucharlos ahora en los videojuegos fue una especie de quimera hecha realidad. El dúo es de sobra conocido por su trabajo en Batman: La Serie Animada, sin embargo, pese a estar familiarizados con el universo del héroe de DC y con el trabajo de Dini particularmente, aquel proyecto les exigiría lo mejor de sí mismos.

Si bien el Batman de Bale y el Joker de Ledger eran aclamados por el público y la crítica especializada de forma unánime, el de Conroy y el de Hamil conseguían fascinar con la misma intensidad, haciendo que nadie extrañará ni un solo minuto la licencia del Caballero Oscuro, y eso es mucho decir teniendo en cuenta el impacto que la película de Nolan había tenido ya en el imaginario colectivo.

La trilogía de Batman: Arkham deslumbró por la cantidad de ideas ambiciosas que fueron implementadas, los matices y una recreación de Ciudad Gótica que jamás había sido vista, sin embargo, lo que de verdad la hizo memorable fue su argumento, uno con la capacidad y los elementos necesarios para rivalizar con con cualquier obra publicada del murciélago, llevando al propio Batman a lo más alto y superando límites que los fanáticos creíamos inimaginables.

Un trilogía perfecta | Foto: Rocksteady

Fue así, que tras el éxito de Rocksteady con Arkham Origins, Arkham Asylum y Arkham Knight, todo el mundo dentro de la industria de los videojuegos quería su propio Batman, o al menos algo similar a aquella mezcla de acción, investigación y sigilo que había dejado a jugadores y fanáticos a los superhéroes con una sensación única e irrepetible.

Juegos como Watch Dogs de Ubisoft e incluso la nueva etapa Assasin’s Creed tomaron prestados elementos de la jugabilidad de una trilogía que revolucionó los videojuegos basados en superhéroes, y nos mostró cómo grandes iconos pueden reinventarse para entregar un producto de la más alta calidad capaz de emocionar y sorprender a consumidores que creían ya lo habían visto todo, y que alucinaron con tres juegos que hasta la fecha se mantienen vigentes.

¿Cómo celebrarás el Batman Day?

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